domingo, 7 de julio de 2013

Éxodo

No voy a tratar de herirte,
de atarte a nuestro pasado;
mirarte es también asirte,
yo quiero soltar tu hado.

De piedras la senda elijo,
de sangre, sudor, espanto.
Clemencia al cielo no exijo,
me uno al dolor y al llanto.

La voz que al cuerpo se funde,
la piel que a la carne tapa,
rumor que al tiempo confunde,
tenor que el tiento no atrapa.

Pensar la muerte de un hombre,
creer la historia de un dios…

Sólo puedo escribirte un nombre,

sólo puedo decirte adiós.