La serpiente se levanta en lo alto
tensa, más allá hay algo.
El último grito fue de furia
desde el inicio se supieron
las contradicciones.
Ahora baja por un lado
todo el cuerpo hasta
el pie de una pirámide en la selva
que ya no se puede escalar.
A toda velocidad
la cabeza guía —solo
cuando llega la orden
se aplaca.
Cae
no rebota
resplandece
no avanza.
Es un mar de sangre
riega la tierra.
Sangre sí, burbujas
de aire se abren como poros
piel que se une a otra piel
retorna, júbilo y calma,
otra vez comienza el ciclo.
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