Cuesta mantener la
línea
rectitud. Eso al principio,
incomoda.
Se va achicando el camino,
no hay margen para cortar
cada vez menos
—otra incomodidad la del fin.
Más finito se hace despacio
y a tiempo, puedo cortarme las uñas
o el dedo, queda poco
la tijera es demasiado grande para tan poco.
Hace mucho que no corto papel.
Hace mucho que no corto nada.