Pasa una burbuja por la terraza
—flota con un círculo brillante en el medio
gigante, redondo
con alguien adentro.
La terraza a esta hora
tantas veces
tantas noches
atrás
¿y cuántas más?
La birra me marea
—un poco más cada día—
me sostengo de un caño que extiende su
brazo
no miro
p
a
r
a
a
b
a
j
o
—me río.
Por momentos siento que me pican
las piernas unas arañitas negras
casi invisibles —pienso en una película,
recuerdo a la niña en el piano
pero no el nombre
—me tienta pensar un nombre—.
Pienso entonces en veladores
que también flotan
o están quietos al ras del piso
como cuando estuve con bronquitis—
otro retroceso, retraso
retro-chic —ay, el pasado.
Nos reímos. Todos entendimos el chiste.
Sabemos de inconsciente colectivo
del mismo sur del que venimos —hay mensajes
que no se pueden evitar.
Otra burbuja —la tercera—
¿y cuántas más?