viernes, 24 de mayo de 2013

En constante retorno

Vuelvo a los sueños eternos de los veranos,
al cálido roce de las colchas rojas
sobre el piso helado.
Vuelvo a tomar la leche de las botellas,
a comer macitas de latas negras.
Entre la lluvia nadan unas memorias
y en una gota cabe todo el universo,
en una gota que me trago,
cuando cierro los ojos y adormezco el pecho.

Las baldosas bajo mis pies diminutos
son rojas —mis zapatos, negros.
A veces no sé si es cierto lo que veo,
las imágenes se funden con los hechos.
Sólo sé que vuelvo como un pájaro,
me extravío en los silencios.
Vuelvo al centro de la ausencia
y me construyo con ecos.

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