Andar no es fácil —pero desandar.
Volver la vista hacia lo que no está,
esperar que te digan que aun te quieren
y llorar de nuevo y perder la paz.
Andar no es fácil —pero desandar.
Cerrar la puerta con la luz atrás,
no ver la costa y odiar el mar,
y sentir de nuevo tanta soledad.
Andar no es fácil —pero desandar.
Buscar los años que se vivieron,
regar las flores de los que fueron
y ansiar el vientre de nuevo.
¿Y cuánto hay que volver para dejar de ser?
ResponderBorrarMuy bueno tu blog, Jorge, te he agregado a mi lista. Gracias por tu visita!
BorrarHermoso
ResponderBorrarMuy bueno Aixa!!
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